Limpieza, seguridad y sostenibilidad
Álvaro García Martins

Cómo limpiar las ruedas de una silla de oficina

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Si trabajas muchas horas en una silla de oficina, seguramente has notado que las ruedas se ensucian rápidamente. El polvo, el cabello y otros desechos tienden a acumularse, dificultando el movimiento y desgastando el mecanismo de la silla. Aunque la limpieza de las ruedas puede parecer una tarea menor, realizar este mantenimiento regularmente ayuda a extender la vida útil de la silla y a mejorar su rendimiento. Aquí te explicamos cómo limpiar las ruedas de una silla de oficina, incluso sin desmontarlas, y algunos consejos para hacerlo de forma rápida y efectiva.

¿Por qué limpiar las ruedas de las sillas periódicamente?

Cuando la suciedad se acumula, las ruedas se vuelven menos eficaces, haciendo que la silla se atasque o sea difícil de mover. Además, esa suciedad puede rayar suelos delicados, como la madera o el parqué, y provocar un desgaste innecesario en el mecanismo de la silla.

Si deseas proteger también otro mobiliario, echa un vistazo a estos consejos para limpiar la madera de los muebles.

Cómo limpiar paso a paso las ruedas de la silla

Para que las ruedas de tu silla de escritorio se mantengan en óptimas condiciones, es recomendable seguir una serie de pasos que aseguren una limpieza profunda y completa.

  1. Desmonta las ruedas de la silla: La forma más eficaz de limpiar las ruedas de las sillas de oficina es desmontándolas, ya que así puedes acceder a todas las áreas y remover por completo la suciedad acumulada:
  1. Coloca la silla en una posición cómoda: Gira la silla y colócala sobre una superficie estable para evitar movimientos mientras trabajas.
  2. Retira las ruedas: La mayoría de las ruedas están fijadas mediante un mecanismo a presión, por lo que puedes retirarlas tirando suavemente hacia afuera. Si no se sueltan fácilmente, utiliza un destornillador para hacer palanca. En caso de que alguna rueda esté dañada, puedes encontrar repuestos de ruedas de oficina para realizar un cambio. Si prefieres no desmontar las ruedas, puedes optar por limpiarlas directamente en la silla, aunque el acceso será más limitado y el proceso podría ser menos eficaz.
  3. Limpia las ruedas con agua y jabón: 

Una vez que tengas las ruedas desmontadas, sigue estos pasos:

  1. Sumerge en agua tibia con jabón: Llena un recipiente con agua tibia y añade unas gotas de jabón líquido para platos, que es ideal para eliminar grasa y suciedad. Remoja las ruedas en esta mezcla durante unos minutos para ablandar la suciedad.
  2. Cepilla cuidadosamente: Usa un cepillo de dientes viejo o uno pequeño para frotar las ruedas y eliminar la suciedad. Presta atención a los rincones y zonas donde la suciedad suele acumularse. Si encuentras pelos o fibras enredadas, utiliza una aguja o alfiler para retirarlos.
  3. Seca completamente: Antes de volver a colocar las ruedas, asegúrate de secarlas bien con un paño. Esto evita que la humedad dañe el mecanismo interno y ayuda a que la lubricación sea más eficaz.
  4. Aplica un lubricante en el eje de la rueda: Para asegurarte de que las ruedas se deslicen suavemente y sin fricción, aplica un poco de lubricante en el eje. El lubricante de silicona es ideal para este propósito, ya que no atrae polvo y mantiene las piezas libres de fricción. Usa una cantidad moderada y distribúyelo de manera uniforme.
  5. Monta las ruedas en la silla: Una vez que las ruedas estén limpias, secas y lubricadas, vuelve a colocarlas en su sitio. Asegúrate de que encajen correctamente en el soporte y haz una prueba para confirmar que la silla se mueve con fluidez y sin ruidos.

Consejos para mantener las ruedas limpias por más tiempo

Mantener las ruedas limpias por más tiempo puede ayudarte a evitar una limpieza profunda frecuente. Aquí algunos consejos prácticos:

  • Limpia regularmente el área de trabajo: Asegúrate de que el suelo alrededor de la silla esté limpio para evitar que la suciedad y el polvo se adhieran a las ruedas.
  • Utiliza una alfombrilla protectora: Colocar una alfombrilla debajo de la silla ayuda a proteger el suelo y reduce la cantidad de suciedad que se adhiere a las ruedas, además de facilitar el movimiento.
  • Haz limpiezas periódicas sin desmontar: Una limpieza rápida cada pocas semanas ayudará a evitar que la suciedad se acumule. Basta con usar un paño húmedo para pasar por las ruedas y quitar el polvo superficial.