Consejos sobre sillas

¿Sillas con reposabrazos o sin ellos? Te ayudamos a elegir

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Las sillas con reposabrazos son un clásico del mobiliario de oficinas y son imprescindibles en cualquier espacio donde haya un mínimo de actividad laboral. Desde el despacho de nuestra casa hasta el escritorio de nuestra oficina, las sillas de este tipo son esenciales. Sin embargo, las sillas con reposabrazos no son la elección más adecuada en ciertas circunstancias y es mejor optar por sillas sin reposabrazos.

En este artículo nos centraremos en cuándo es mejor usar una silla con o sin reposabrazos y según estas recomendaciones puedas incluir ya mismo en tu oficina la opción más adecuada. Esperamos que esta guía sea de utilidad para tomar la decisión correcta.

Uso correcto de sillas con reposabrazos

Los usos más comunes y recomendados son:

  • Si se prioriza la ergonomía siempre es mejor usar una silla con reposabrazos. Hay una infinidad de sillas de oficina con reposabrazos que otorgan una serie de beneficios a quien se sienta. Muchas de estas sillas tienen mecanismos de regulación en sus reposabrazos, dando una mayor libertad y comodidad al usuario.

La posibilidad de descansar los brazos es uno de los principios de la ergonomía laboral, ya que los brazos se suelen usar mucho en el trabajo de oficina. Tener un lugar donde apoyarlos ayuda a que no se carguen y se fatiguen.

  • Este tipo de sillas son más recomendables cuando se pasan largas horas sentado, ya que los reposabrazos sirven de apoyo a los brazos si estos se empiezan a cansar de teclear o escribir.
  • Hay muchas sillas con reposabrazos que se han convertido en auténticos espacios de concentración individuales y si son de calidad, potencian la productividad.
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Uso correcto de sillas sin reposabrazos

Los usos más comunes en este tipo de silla son:

  • Donde más provecho se puede sacar a una silla sin reposabrazos es en las salas de espera. Al no tener reposabrazos da una sensación de más espacio y más libertad de movimientos.

Si tienes un espacio para realizar debates, convenciones o reuniones similares; lo mejor es que optes por sillas sin reposabrazos, pues los usuarios no estarán limitados por estos elementos y podrán interactuar mejor entre ellos.

  • A la hora de almacenar estas sillas es mucho más cómodo y fácil, ya que al no disponer de reposabrazos se pueden apilar. Se pueden guardar una encima la otra y aprovechar al máximo el espacio de almacenamiento. Por lo que si necesitas organizar un evento donde habrá muchos invitados, es probable que necesites este tipo de sillas para disponer de ellas con más facilidad y guardarlas de la misma manera.
  • Su precio suele ser más bajo porque al no contar con reposabrazos, el coste de producción y fabricación disminuye. Esto es bueno, dado que en muchas ocasiones las sillas de este tipo se compran en grandes cantidades para decorar salas de actos, cubrir eventos y conferencias o instalar una sala de espera.
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Sillas con reposabrazos ajustables

Los reposabrazos son una pieza fundamental para considerar que una silla es realmente ergonómica. Sin embargo, no siempre es posible aprovechar las bondades de este elemento que también puede considerarse imprescindible cuando se busca la comodidad del usuario.

Es decir, los reposabrazos de la silla que uses deben contar con algunas características y condiciones básicas para aprovechar sus bondades al máximo; quizás la más importante de estas es la posibilidad de ajustarse a la complexión física del usuario.

Una silla con reposabrazos ajustables puede adaptarse a las características de su usuario final y convertirse en un elemento cómodo y confortable que le permitirá a este llevar a cabo sus labores con tranquilidad y sin distracciones asociadas a malestares generados por la estructura o diseño de la silla.

Por otro lado, los reposabrazos de la silla de oficina que escojas además de ser ajustables deben estar fabricado en un material suave, delicado y resistente. No resultarán útiles unas sillas con reposabrazos elaborados en material áspero, en polímeros con texturas ásperas y composición poco acolchada.

Lo ideal es que los reposabrazos sean fabricados en materiales afines al resto de los materiales usados en la fabricación de la silla; sin embargo, cuando se usan materiales que resultan ásperos al tacto con los brazos a la larga el usuario no querrá posar sus brazos sobre estos y, al contrario, querrá retirarlos para evitar el roce con ellos.

Antes de escoger tus sillas con apoyabrazos debes tener en cuenta que estos últimos hayan sido elaborados con un material delicado, que genere una sensación agradable al colocar los brazos sobre ellos, que cuenten con un soporte acolchado y suave para que el usuario final perciba el mayor nivel de confort al permanecer sentado en esta silla al realizar sus labores.

Importancia de los reposabrazos

Una de las principales funciones de los reposabrazos es aliviar la tensión de los hombros y de la espalda. Solo con esta utilidad podemos comprender el nivel de importancia que los reposabrazos tienen para la buena salud de los usuarios.

Sin embargo, como hemos resaltado a lo largo del artículo, la complexión de cada colaborador es distinta y escoger sillas con reposabrazos fijos para el cumplimiento de jornadas intensivas de trabajo no será la decisión más correcta o ergonómica que se pueda tomar.

Lo ideal es decantarse por sillas con apoyabrazos ajustables, que permitan al usuario final trabajar cómodamente y manteniendo una postura correcta con toda la naturalidad posible.

Actualmente, es cada vez mayor la lista de empresas que prefieren invertir su dinero en mobiliario ajustable; todo sea para mantener la buena salud de sus colaboradores y disminuir el número de bajas por lesiones cervicales y otros padecimientos asociados con el uso de sillas con reposabrazos inadecuados.

Tipos de reposabrazos

De manera superficial, es posible afirmar que existen los reposabrazos fijos y los ajustables. Sin embargo, los diseñadores y fabricantes de este tipo de mobiliario han enfocado sus esfuerzos en aprovechar las innovaciones tecnológicas para desarrollar novedosas piezas que se pueden ajustar más allá de su altura.

Por ejemplo, existen en el mercado reposabrazos que pueden regularse desde el ancho, desde su profundidad en relación con la altura del escritorio y desde la perpendicularidad para permitir la inclinación de los brazos en caso de ser necesario.

Los reposabrazos fijos, aunque son la opción más asequible, no son recomendables si el usuario realizará labores durante períodos de tiempo muy prolongados y de forma frecuente.

Este tipo de reposabrazos no son ergonómicos, con su estructura y composición pueden provocar elevación de hombros y desencadenar tensiones en los músculos de la espalda, entre otras lesiones que podrían reflejarse a largo plazo.

Por otro lado, los apoyabrazos ajustables en direcciones laterales pueden regularse en cuanto a medidas de altura y anchura. A pesar de que pueden presentar un costo mayor, estos representan la opción ideal para aquellos usuarios finales que se les dificulta un poco descansar sus brazos naturalmente cerca de su cuerpo.

Por su parte, los reposabrazos multifunción cuentan con propiedades ajustables en torno a orientación, anchura y altura. Los fabricantes de este tipo de apoyabrazos integran funciones de giro para permitir que estos puedan cambiar su orientación, a la vez que permiten el ajuste de la altura y la disminución o aumento de la separación entre ambos reposabrazos.

Sin duda alguna, esta resulta la opción más cómoda, ergonómica y asequible para quienes transcurren gran parte de su tiempo sentados frente a un escritorio.

Ventajas sillas con reposabrazos

Reposar el cuerpo sobre sillas con reposabrazos es, sin duda, una de las mejores decisiones que se pueden tomar cuando se permanece sentado de forma constante y frecuente. De ahí que exista una amplia lista de ventajas que se podrán percibir al usar sillas con apoyabrazos entre las que podemos mencionar:

  • Los apoyabrazos evitan el padecimiento a corto, mediano y largo plazo de dolencias asociadas a músculos y articulaciones de la parte superior del cuerpo.
  • Si se trata de apoyabrazos regulables, estos pueden adaptarse a la complexión del usuario final y al escritorio que complementarán.
  • Permiten que el usuario pueda realizar cambios de postura sin necesidad de cuidar excesivamente sus movimientos y sin adoptar posiciones incómodas o forzadas.
  • Una silla que permita colocar los apoyabrazos en la posición correcta, permitirá también colocar las muñecas y las manos en la posición más ergonómica para escribir.
  • Los reposabrazos contribuyen a aliviar o disminuir la fatiga de hombros y espalda en aquellas ocasiones en que el teclado se encuentra a una altura superior a la acostumbrada.
  • Contar con los reposabrazos correctos en una silla ergonómica garantizará la posibilidad de trabajar cómodamente durante tiempos prolongados sin el riesgo de padecer lesiones.
  • Aunque en ocasiones usar una silla con reposabrazos puede limitar al usuario el acceso o acercamiento al escritorio; si se trata de apoyabrazos regulables, estos permitirán al usuario acercarse tanto como se desee al escritorio.
  • Los apoyabrazos cortos cuentan con una altura de hasta 10 pulgadas y se considera que son los ideales para adoptar una posición cómoda y acorde a la altura del escritorio, haciendo posible la cercanía del usuario a este.
  • Los reposabrazos que presentan la acción de giro independiente resultan muy adecuados para quienes transcurren la mayor parte del tiempo usando el teclado y el ordenador.

Ventajas sillas sin reposabrazos

Cada mobiliario cuenta con su público y con una función específica. Si bien es cierto que las sillas oficina sin reposabrazos no resultan adecuadas para su uso continuo y frecuente en jornadas laborales intensivas, sí son el mobiliario ideal en distintas ocasiones para proveer comodidad y confort a su usuario.

Las sillas sin reposabrazos presentan una amplia lista de ventajas al igual que ocurre con las sillas que sí los tienen; por ello, mencionaremos algunas a continuación:

  • Las sillas sin reposabrazos propician la comunicación de forma natural y espontánea entre sus usuarios.
  • Las sillas que no cuentan con apoyabrazos resultan ser más sencillas de almacenar; pueden apilarse, colocarse unas sobre otras en posiciones específicas que permitan el ahorro de espacio.
  • Cuando las sillas no cuentan con reposabrazos, propician un ambiente práctico, confortable, donde se nota que la movilidad y afluencia de personas se da de forma natural y sin impedimentos.
  • La fabricación de apoyabrazos, sin importar su tipo, amerita la inversión de dinero, tiempo y otros factores que inciden directamente sobre el precio de venta de las sillas. Al no portar reposabrazos, el costo de este mobiliario suele ser menor.
  • Puede resultar beneficioso tener una silla escritorio sin apoyabrazos, debido a que se considera que esta ofrece mayor nivel de libertad al usuario, evitando que este adopte posturas forzadas como el encogimiento de hombros que, a lo largo del tiempo, puede desencadenar padecimientos más graves.
  • Las sillas sin apoyabrazos evitan el estrés ocasionado por el roce o contacto de los antebrazos con la superficie de estas piezas. Esto ocurre en su mayoría cuando los reposabrazos son fabricados con materiales ásperos que acaban maltratando la piel del usuario con el uso prolongado de las sillas.
  • Cuando se trata de usuarios que acostumbran a sostener todo su peso corporal sobre los reposabrazos y no solamente apoyan sus brazos, es recomendable el uso de sillas sin apoyabrazos para que se vean obligados a adoptar posiciones corporales correctas y más saludables para su columna vertebral.

Conclusión

Entonces ¿Cuándo es mejor optar por una silla con reposabrazos o sin ellos? A modo de resumen:

  • Las sillas con reposabrazos son mejores para un uso individual. Son recomendables cuando se estima que su uso será intensivo y constante, durante largas horas a lo largo del tiempo. Esto porque las normas de ergonomía así lo establecen y estas siempre serán un factor clave para los usuarios.
  • Las sillas sin reposabrazos son mejores para un uso colectivo. Son recomendables para amueblar salas de espera o de convenciones, ya que optimizan mejor el espacio e incitan a la interacción.
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En Ofiprix contamos con sillas de ambos tipos. En toda nuestra sección de sillas ergonómicas, todas ellas cuentan con reposabrazos. Por el otro lado, nuestras sillas confidentes pensadas especialmente para salas de espera la mayoría no tienen reposabrazos.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a saber cuando es mejor usar una silla con reposabrazos y cuando es mejor tener una silla sin ellos. ¡Muchas gracias por leernos y nos leemos la semana siguiente!