La construcción sostenible nos muestra el futuro

La necesidad de preservar el medio ambiente para las futuras generaciones hace necesaria una nueva forma de interactuar con nuestro entorno que asegure el bienestar humano y a la vez el futuro del planeta: la construcción sostenible.

El sector de la construcción es uno de los que mayor impacto tiene sobre el medioambiente contribuyendo en gran medida al calentamiento global y la contaminación del planeta.  Se calcula que incluyendo todas sus vertientes (materiales, maquinaria, promoción…) consume entre el 20% y el 50% de los recursos naturales. Los edificios consumen un 42% de la energía final y generan cerca del 35% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la UE.

¿Qué es la construcción sostenible?

La construcción sostenible nace como consecuencia de la necesidad de un desarrollo humano que nos permita cumplir con las necesidades presentes sin poner en peligro el futuro de las próximas generaciones. Es una corriente que va de la mano con el compromiso con el medio ambiente. Ya en 1983 Naciones Unidas crea la comisión para el Medio Ambiente y Desarrollo que en 2007 presenta el informe Brundtland. En el cual se constata que debido al aumento de la población mundial y sus actividades se están produciendo repercusiones en el planeta que afectan a la atmósfera, el suelo, las aguas, las plantas, los animales y las relaciones entre ellos.

La construcción sostenible busca encontrar un equilibrio entre construcción y sostenibilidad. La construcción engloba las viviendas, infraestructuras y equipamientos y sus interrelaciones, especialmente a través del desarrollo de las ciudades, y es esencial para mejorar la vida humana. Se incluyen todo tipo de construcciones, tanto residenciales como industriales, comerciales o institucionales, así como las actividades de mantenimiento y rehabilitación de las mismas.

El modelo de construcción sostenible debe tener como centro siempre las personas y la mejora de su calidad de vida desde todos los aspectos. La construcción sostenible, por tanto, debe incorporar elementos de eficiencia económica, ambiental y responsabilidad social para satisfacer las necesidades actuales de vivienda, entornos de trabajo e infraestructuras sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras.  Algunos factores que deben tenerse en cuenta:

• la salud y la ecología del lugar
• el sol, el ahorro energético y utilización de energías renovables
• la utilización de materiales naturales y transpirables
• el reciclaje y la gestión racional del agua
• la minimización de la contaminación electromagnética
• la utilización de tipologías adaptadas a la zona
• la utilización de barreras fónicas y materiales aislantes naturales
• el bajo coste económico y social

Materiales para una construcción sostenible

El 20% de la energía consumida por un edificio en su ciclo de vida se debe a la construcción y el 85% de las emisiones de CO2 del mismo provienen de los materiales de construcción. La utilización de materiales más ecoeficientes es la medida más importante para reducir su impacto, sobre todo el acero, 35%, y el hormigón, 18%. Se estima que 6% de la emisión de CO2 del mundo está producido por la producción y el uso del cemento en la construcción

Para hacernos una idea de emisiones nocivas de distintos materiales se hace la siguiente comparación:

• La producción de 1 tonelada de aluminio produce: 1o.ooo m³ de CO2

• La producción de 1 tonelada de hierro produce: 5o m³ de CO2

• La producción de 1Tn de cemento emite a la atmósfera: 1Tn de CO2

Desde esta perspectiva, los criterios que adoptaremos para la elección de los materiales que conforman nuestras viviendas y oficinas modernas irán en función de:

• La salud: que sean naturales y libres de tóxicos, inocuos para todas las formas de vida.

• La ecología: que tengan un origen local, es decir, un bajo impacto a la hora de su extracción y transporte.

• La ética: que tengan una repercusión social en su producción y que fomenten actividades y oficios.

• La sostenibilidad: que el material sea sostenible en su ciclo de vida, es decir, que tenga un bajo impacto ambiental durante todas las etapas de su existencia (extracción, producción, distribución, uso y desecho).

• La reutilización y el reciclaje del material. Mientras más reciclable o reutilizable sea el material más adecuado será su uso.

• La baja o nula emisión de sustancias tóxicas al aire y su capacidad de no alteración del campo magnético del entorno.

• Criterio energético, es decir energía necesaria para su producción.

La construcción sostenible es el futuro

En el mundo actual es necesaria una reflexión sobre el uso más eficiente de los recursos naturales limitados, como el suelo, el agua, las materias primas o la energía, que propicie la conservación del medio ambiente para las futuras generaciones. La innovación en la construcción debe incorporar materiales fabricados de manera más respetuosa con el medio ambiente, bien porque hayan consumido menos recursos, bien porque hayan generado menos emisiones, residuos o vertidos, y también incorporar equipos y sistemas más eficientes. Así mismo se deben utilizar mejores técnicas constructivas.

Para lograr una Construcción Sostenible debe romperse con la rutina y los malos hábitos adquiridos por décadas de derroche de los recursos naturales. La mentalidad de la industria y de las estrategias económicas debe cambiar dando prioridad al reciclaje y fomentarse la utilización de sistemas constructivos y energéticos en base a productos y energías renovables.  Es un cambio difícil por su complejidad pero la construcción sostenible es ya una realidad, con proyectos en todo el mundo para crear ciudades sostenibles y mejorar las infraestructuras y edificios de las actuales.

La construcción sostenible reivindica además su papel como nuevo modelo de negocio, empleo y crecimiento. El sector de la construcción en grave crisis puede encontrar en la construcción sostenible una vía de recuperación y crecimiento en el futuro. Según una nueva normativa aprobada en 2012 por el Parlamento Europeo todos sus miembros deben reducir su emisión de energía un 20% para el 2020. En 7 años habría que rehabilitar un 3% de la superficie española  para cumplir estos objetivos. Se ha calculado que esto supondrá la creación de 140.000 puestos de trabajo al año y una facturación de 9.000 millones de euros.

La construcción sostenible nos muestra un futuro en equilibrio en el que las necesidades humanas son cubiertas sin perjudicar a los recursos limitados disponibles del planeta. Y es además una vía de desarrollo abierta para un sector en crisis que puede de esta forma vivir una nueva época de crecimiento y desarrollo en armonía con nuestro entorno.