Higiene en la oficina: trucos para mantenerla cuidada
La oficina es el lugar donde pasamos buena parte del día por lo que es importante mantenerla limpia siempre. Una higiene adecuada en la oficina es imprescindible para que nos sintamos cómodos en nuestro puesto de trabajo, que la productividad sea la mejor posible y mantengamos una buena salud en la oficina. Eso sí ¿qué podemos hacer para mantener reluciente nuestro escritorio? A continuación le mostramos los mejores trucos para que su oficina tenga un aspecto inmejorable gracias a la higiene en la oficina.
1. La mejor higiene en la oficina es no ensuciar
No revelamos ningún secreto en este punto: la mejor limpieza es no ensuciar. Por eso hay que adoptar una serie de acciones para no ensuciar nuestro puesto de trabajo a medida de lo posible. Por ejemplo, no comer delante del ordenador es básico ya que todas las migajas y restos de comida se caen en el teclado y después es más difícil limpiarlo. Si tiene hambre, aprovecha el tiempo libre para ir a un espacio dedicado para ello como el comedor o el puesto del café de su oficina. Otra forma de no ensuciar es limitar el número de objetos personales encima de nuestro puesto de trabajo, ya que a mayor número de cosas mayor será la dificultad a la hora de limpiar y quitar el polvo o abrillantar.
El suelo deben mantenerse también limpio. De su limpieza depende no solo nuestra comodidad sino también, por ejemplo, la vida de nuestro material de oficina. Piense en las características de una silla ergonómica que utilice en su despacho, la mayoría de ellas disponen de ruedas que, con la suciedad podrían atascarse e impedir o dificultar su movimiento por la oficina. Es por ello esencial mantener en buen estado el espacio de trabajo.
2. Las pantallas bien relucientes
Las pantallas de los ordenadores son un lugar donde el polvo y la suciedad se concentra muy fácilmente. Es por ello que de vez en cuando hay que limpiar nuestra pantalla de forma cuidadosa. La mejor manera para mantener brillantes las pantallas es humedecer una gamuza o bayeta con un producto limpiador especial (que no contenga componentes químicos agresivos como amoniaco o acetona) para cristales y con suavidad pasamos la bayeta por la pantalla. No debemos tirar el producto limpiador directamente a la pantalla para evitar que se cuele por detrás del monitor como tampoco usar toallas porque pueden rayar la pantalla.
3. Teclados libres de suciedad
Si no puede evitar comer delante del ordenador, entonces el lavado del teclado se debe hacer con más regularidad. Para limpiarlo se recomienda primero desconectarlo en el caso que vaya enchufado. Luego dar la vuelta al teclado y golpearlo de forma suave para que toda la suciedad caiga e incluso si es necesario, aspirar entre teclas para eliminar cualquier tipo de suciedad. Finalmente, coger una bayeta humedecida y limpiar las teclas.
4. Imprime lo menos que puedas
Para mantener la higiene en la oficina mantenerla libre de papeles es fundamental. Por eso hay que imprimir solo los documentos imprescindibles y no hay que empezar a imprimir sin control, porque entonces los papeles se acumulan y pueden crear un caos de celulosa en nuestro escritorio y oficina. Hoy por hoy, con la de tecnología que disponemos podemos ahorrarnos tener que imprimir la gran mayoría de documentos y así mantenemos nuestra oficina limpia libre de papel y además ayudamos a malbaratar papel y ayudar el medio ambiente.
5. Una papelera siempre cerca
Muchas veces da pereza levantarse para tirar ese envoltorio o ese escrito donde nos hemos equivocado y por ello lo dejamos todo encima del escritorio y se mantiene allí por un largo período de tiempo. Por eso, para evitar distracciones es mejor tener una papelera cerca de nuestro espacio de trabajo para que no cueste nada tirarlo todo al momento y no perder tiempo.
Como veis, estos consejos no son muy difíciles de seguir y conseguir que la higiene de la oficina sea la adecuada no debería comportar un esfuerzo demasiado grande. Mantener la oficina limpia le ayudará a ser más productivo y estar más cómodo en su propio puesto de trabajo.