Limpieza, seguridad y sostenibilidad

Cómo hacer el correo electrónico más seguro

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El correo electrónico resulta imprescindible en nuestro día a día pero también es vulnerable. Por eso hoy vamos a ver cómo hacer el correo electrónico para seguro.


El correo electrónico ha representado desde su creación una solución eficaz para mejorar los procesos de comunicación. Los avances tecnológicos han modificado y mejorado estas herramientas, ya imprescindibles hoy en día. Sin embargo, se han ideado también formas para vulnerar los sistemas, extraer datos de clientes y utilizar información para cometer delitos cibernéticos.


El número de personas a nivel mundial que cuenta con al menos una dirección de correo electrónico aumenta cada día. Por lo cual la seguridad de estos sistemas, a veces, no resulta suficiente para proteger los datos y la privacidad de los usuarios. Es necesario que, como usuarios, seamos conscientes de esto. Debemos estar atentos y colaborar en la prevención de delitos y estafas a través de este medio.

Esto no resulta complicado ni tampoco requiere dedicarle mucho tiempo. A continuación encontrarás información valiosa para hacer el correo electrónico más seguro.

¿Cómo podemos hacer nuestro correo más seguro?


Cifrar el correo electrónico:

A través de un proveedor de correo especial, o una extensión de terceros en el navegador, se puede codificar la información para hacerla más difícil de leer. Será necesario contar con un certificado digital y revisar en las secciones de ayuda y configuración de la plataforma de correo electrónico para activar este escudo de protección.


Este sistema protege la cuenta y la información que se transmite a través de esta con un cifrado de extremo a extremo. Ayuda a garantizar seguridad de forma permanente. Por ello, clientes y organizaciones proveedoras confían cada vez más en servicios de correo electrónico conectados a la nube. Ya que estos servicios requieren la codificación de los datos confidenciales antes de permitir el acceso.


Crear un correo electrónico anónimo:

Es posible cifrar un mensaje para evitar la intercepción del contenido. Sin embargo esto no significa que no pueda identificarse al remitente del mensaje. Algunos servicios de correo electrónico permiten el envío de mensajes desechables y temporales desde una dirección de correo que se autodestruye. Manteniendo a salvo la privacidad de los datos.


Hacerse con una VPN:

Una VPN es una red privada virtual que permite una extensión segura de la red de área local sobre una red pública o no controlada como Internet. Según las necesidades y exigencias del cliente puede ser gratuita o de pago. Aunque la función de ambas, esencialmente, es la misma: ocultar la dirección IP a través de la que se envían los mensajes.


Optar por navegadores privados:

El uso simultáneo de un navegador privado y una VPN es la opción ideal para garantizar el envío de mensajes de correo electrónico anónimos. Gracias al enrutamiento con capas de anonimato. Si bien es cierto que los navegadores más populares cuentan con opciones de navegación en incógnito o en privado, esto solo es útil para la limpieza automática del historial de navegación.

Evita registrar tus direcciones de correo electrónico

Debemos evitar en la medida de lo posible hacer público nuestro correo. Evita el registro de las direcciones de correo electrónico en comentarios de blogs y en redes sociales. Pero también compartirlas en foros o páginas web de baja credibilidad que pueden utilizarse para hacer spam. Con este simple paso, se librará el buzón de mensajes de la posible saturación con correo spam.


Utilizar la opción “copia oculta” para enviar mensajes:

La idea es proteger la privacidad individual y de los contactos con los que se comparte información a través del correo electrónico. Más aún si se trata de enviar o recibir información a personas con las que no se tiene confianza. Lo mejor es siempre utilizar la opción de copia oculta y así evitarnos problemas.


Ser cuidadoso al usar el correo electrónico:

Debemos tener ciertas medidas de precaución como leer el asunto y el destinatario de los mensajes antes de abrirlos. Es importante verificar que se envían los mensajes desde el casillero correcto, cuando se tienen varias cuentas de correo sincronizadas. También debemos mantener un control y orden de la bandeja de entrada. Así como activar el escáner para revisar los archivos adjuntos. Todas estas precauciones pueden resultar bastante útiles para hacer que el buzón de correo electrónico sea un espacio seguro.


Modificar la contraseña regularmente:

Modificar la contraseña de forma regular es clave. Aprovechando para seguir los parámetros solicitados por el proveedor del servicio. Para hacerla más segura, debemos incluir mayúsculas y minúsculas, números y símbolos. Esta serie de parámetros harán disminuir el nivel de vulnerabilidad de la cuenta de correo electrónico.

Para ello podemos usar un administrador de contraseñas útil para generar claves más seguras. Las contraseñas de acceso que pueden hacer el correo electrónico más seguro suelen rechazar palabras que se pueden ubicar en un diccionario. Así como los datos asociados a la información personal del usuario y contraseñas que ya fueron usadas con anterioridad. Siendo así, las claves serán más complicadas de recordar y será bastante útil contar con herramientas de gestión de claves.


Por otro lado, usar contraseñas únicas brinda mayor seguridad al correo electrónico y a cada servicio al que se deba ingresar a través de una clave. Usar la misma clave para todos los programas, aplicaciones y servicios le da a los hackers la oportunidad de ingresar en todos ellos al obtener al menos la clave de uno. Mientras que cambiarlas regularmente las dificultará el posible rastreo de las nuevas claves.

Activar la opción de verificación de seguridad:

Agregando o actualizando las opciones de recuperación de cuenta a través de datos como el número de teléfono y una dirección de correo electrónico alternativa. El servicio de correo envía mensajes de texto o llaves de seguridad para la recuperación de la cuenta en caso de ocurrir algún inconveniente. Se trata de aplicar una segunda capa de protección a la cuenta.

A través de la habilitación de factores de autenticación multifactorial. Ya sea el envío de códigos a una dirección de correo alternativa o al número de celular registrado en los datos personales o preguntas de seguridad resultarán útiles para proteger las cuentas de correo electrónico.

Evitar el acceso de aplicaciones innecesarias a la cuenta de correo:

Administrándolas y desactivando el acceso de estas. Más aún si son desarrolladas con tecnología de acceso poco segura o fiable. Mantener en los equipos aplicaciones que no suelen usarse incrementa el riesgo de ataques cibernéticos. De ahí que sea recomendable instalar y mantener solamente las extensiones y aplicaciones necesarias en los dispositivos.


Actualizar el software de los dispositivos:

Así como de los ordenadores desde los que se ingresa a las cuentas de correo electrónico. Ya que si los programas y sistemas de estos están desactualizados los equipos suelen encontrarse más vulnerables a ser atacados por hackers. De igual manera, se recomienda mantener actualizados los navegadores en sus versiones más recientes.


Evitar la revisión de mensajes con destinatario, asunto y contenido sospechoso:

Ya que los hackers se valen de este tipo de mensajes para obtener información haciéndose pasar por familiares, organizaciones o conocidos. Por lo que estos mensajes no se deben responder ni mucho menos enviar datos comprometedores como claves o datos financieros.


Acceder al buzón solo desde equipos y conexiones de red confiables:

Al ingresar a cuentas de correo electrónico desde cibercafés y redes públicas puede ocurrir que se le dé acceso de forma inconsciente a datos personales a hackers y delincuentes cibernéticos. Pues desconocemos si en estos equipos se encuentra instalado algún programa capaz de rastrear dichos datos. O incluso medir pulsaciones de teclas con los que es posible robar contraseñas. Lo ideal es evitar conectarse o ingresar a las cuentas de correo desde estos sitios. Pero si lo hacemos no se debe olvidar cerrar la sesión y eliminar la cuenta de la lista antes de cerrar el navegador.


Evitar la ejecución de archivos adjuntos de dudosa procedencia:

Lo más adecuado es enviar directos a la carpeta de spam todos aquellos mensajes de origen desconocido. Así como mantener deshabilitada la carga automática de imágenes y archivos. De igual manera, escanear los archivos antes de abrirlos. Y también debemos tener precaución, sobre todo si se trata de archivos con nombres que finalicen con la extensión “.exe”.

Atender seminarios y planes de formación y educación para el usuario:

Para que el conocimiento sobre el uso del servicio del correo electrónico aumente varios peldaños- Y no limitarnos a saber sólo cómo enviar mensajes y adjuntar archivos. Estos planes son recomendables para aprender a proteger las cuentas de correo. Y, por ende, los datos e información personal y confidencial que se transmite a través de ellos.


Bloquear remitentes que puedan resultar molestos:

usuarios que saturan las carpetas de spam de otros usuarios con mensajes publicitarios y comerciales o de spam. Solo es necesario abrir un mensaje del usuario y buscar la opción “Bloquear a”. Con esto se dejarán de recibir cantidades de mensajes molestos. Y nos llevará mucho menos tiempo revisar nuestro correo.


Aprender a detectar las amenazas más comunes que atacan al servicio de correo electrónico:

Las cadenas de mensajes falsos, los mensajes adjuntados con ficheros maliciosos, el spam, el phishing y las estafas son las maneras más usadas para delinquir a nivel cibernético. Es recomendable conocer el modo de manifestación de cada una de estas amenazas para saber cómo actuar ante cada una de ellas. Y ante la duda nunca abrir un correo que pensemos que es sospechoso.


Usar varias cuentas de correo electrónico:

No se trata solo de contar con una cuenta de correo alternativa. Sino de contar con una para cada uso: una para tratar asuntos laborales y otra para uso personal.Y además otra cuenta para la afiliación a servicios, para suscripciones y para recibir información proveniente de blogs y páginas web. Esta es una forma de mantener resguardada y segura la cuenta de correo electrónico con la que se transmite información valiosa.


Evitar hacer uso del correo electrónico para el envío de información sensible:

En caso de ser necesario hacerlo,lo recomendable es verificar que los protocolos de recepción y envío de información a través del correo sean seguros. Y utilizar una cuenta que estemos seguros de que es fiable y que no hemos utilizado en webs y páginas no seguras.


Cuidar las direcciones de correo electrónico de los contactos:

Cuando se reenvían mensajes los receptores de estos suelen ser añadidos de forma automática. Esto quiere decir que mientras la cadena de mensajes permanece activa y se van sumando direcciones se corre más riesgo de que estas lleguen a una cuenta spammer. Como consecuencia todas estas direcciones de correo electrónico se convertirán en potenciales blancos para actividades de phishing y spam. Para evitar esto, se recomienda borrar todas las direcciones vinculadas a la cadena de mensajes antes de reenviarlo.

Habilitando los filtros para el buzón de correo electrónico:

Ya que a través de estos es posible separar aquellos emails spam de los que contienen información realmente valiosa. En primera instancia, el usuario debe tomarse el tiempo para seleccionar los mensajes que pasaron desapercibidos por el filtro de correo no deseado. Pero después este automáticamente ya añadirá este remitente a la lista.


Estos filtros pueden activarse en el servidor y en la plataforma de servicio de correo. Y deben ser actualizados cada cierto tiempo. Son útiles para detectar la presencia de mails maliciosos o sospechosos antes de que aparezcan en el buzón de entrada de la cuenta. Con los filtros se pueden evitar posibles daños y pérdidas ocasionadas por la apertura de un email dañino.


Prohibir el uso del correo corporativo para atender asuntos personales:

En el caso de las empresas, es recomendable instruir a todos los empleados y miembros de la organización sobre este tema. Implantando sanciones en caso de ser necesario para fomentar el apego a la norma. Todo con el fin de proteger la privacidad de la empresa, de sus datos y de las direcciones de correo de sus empleados. Cuando se comparte información de una dirección de correo corporativa a una dirección de correo electrónico personal la protección con la que estas cuentan desaparece. Esto hace que estas y otras cuentas con las que se comparte información sean vulnerables a recibir ataques cibernéticos.


Crear una firma digital:

Para proteger la información que se transmite. Una firma digital junto al cifrado de datos representan un avance tecnológico. Son capaces de asegurar la credibilidad y autenticidad de la información que se transmite y de sus remitentes.


Camuflar la dirección de correo electrónico:

Cuando esta se debe compartir en blogs o páginas web. Se trata de ofuscarla a través de trucos de escritura que la harán inteligible para el receptor pero imposible de rastrear por robots. Es sencillo, basta con sustituir símbolos y caracteres por su nombre en letras o emplear imágenes en lugar de escribirlo.


Cuando se sospecha que una cuenta de correo electrónico ha sido hackeada se recomienda intentar acceder a la misma. En caso de que la plataforma no lo permita se debe ingresar al enlace de recuperación de la cuenta y seguir las instrucciones y pautas. También se recomienda revisar la actividad de la cuenta y buscar actividades y conexiones sospechosas para eliminarlas. Revisar también los dispositivos desde los cuales se accede con frecuencia a dicha cuenta de correo. Lo ideal es implementar las medidas de seguridad necesarias para disminuir los niveles de vulnerabilidad a lo más mínimo posible.

Esperamos que estos consejos te sean de ayuda para tener un correo electrónico más seguro. Algo que cada día es más importante en un mundo donde nuestro correo electrónico puede contener una gran cantidad de material confidencial.